Como recibimos una educación fundada en lo clásico, la mayoría de nosotros tiene una idea rígida de cómo debe ser no solo la literatura, sino también la vida. A los modernos, por tanto, se nos acusa de deformar las cosas; pero lo cierto es que no hay en la literatura clásica menos deformación que en la nuestra: en cierto sentido, todo arte es deforme, ya que necesita exagerar algunos aspectos para lograr el efecto deseado. Con el tiempo, la gente acabará aceptando la deformación moderna, por llamarla así, y llegará a considerarla un principio indiscutible.
James Joyce – Sobre la escritura